Fecha: 08 de Abril de 2025
Este jueves 10 de abril volveremos a estar presentes en la Junta de Accionistas de Telefónica representando a trabajadores y trabajadoras tanto de España como de los países de América Latina. El sindicato Sintrateléfonos de Colombia, SITTEL de Chile, CTA de Argentina, SUTTP de Perú y SUTEL de Uruguay se unirán en esta ocasión a ASC de España para hacer llegar la voz de quienes somos ignorados, pero esenciales en la generación de la riqueza que luego se reparten los accionistas.
En esta ocasión se presenta un nuevo equipo directivo, pero todo indica que se trata de puro “gatopardismo”, es decir, que todo debe cambiar para que nada cambie. El nuevo presidente del Consejo de Administración, Marc Murtra, llegó en enero con ínfulas de dar un vuelco a la empresa pero tras un viaje por sus virreinatos decidió deshacerse de algunos de sus territorios de ultramar, dejando la empresa, y lo que es más preocupante, sus plantillas, en manos de fondos buitre como el Grupo Clarín o Milicom. Puro colonialismo moderno con prácticas del Siglo de Oro que devastaron Latinoamérica. Los piratas ya no llevan garfio, no podrían colocarse el Rólex.
En Perú se reedita el asesinato de Atahualpa para mayor gloria de su presidenta, Elena Maestre, en el papel estelar de Francisco Pizarro, vasallo del hasta enero soberano Álvarez-Pallete que, como Atila, allá por donde pasa no vuelve a crecer la hierba. Su legado deja una empresa en concurso de acreedores, deudora del estado peruano, con multitud de denuncias por parte de los trabajadores/as y a la fuga para esconderse bajo el ala de un tribunal de Estados Unidos para protegerse de demandas internacionales.
El proceso de desmantelamiento y desguace de esta empresa, creada en base a los impuestos de la clase trabajadora desde hace 100 años, está en su fase final al otro lado del Atlántico. Es España, “progresa adecuadamente”. La venta de la fibra óptica es ya un hecho imparable siguiendo el camino marcado con las antenas, centros de datos, los edificios… y la plantilla. No solo se han deshecho de más de 60,000 puestos de trabajo llevando la actividad a la subcontratación, estos gestores de lo ajeno han pergeñado un enmarañado de empresas a las que derivar la actividad y a los trabajadores y trabajadoras. Telefónica se quedaría como una marca vacía de contenido. Así se ha cimentado en Argentina con la filial Tech, y con esa misma empresa tratan de ocultar el despojo en España.
Mientras tanto… a su labor de zapa a la sociedad y a la clase trabajadora. Integrados los agentes sociales CCOO y UGT en la estructura empresarial con una generosa financiación, solo tienen que esperar que cumplan con su cometido en cuanto a empujarnos fuera de la empresa con EREs, PSIs y empeoramiento de las condiciones laborales. Así nos hemos encontrado con unos convenios colectivos que, a uno y otro lado del Atlántico, repiten los mismos patrones: productividad, valoración del desempeño, remuneración por objetivos, accidentes laborales, riesgos psicosociales, bajas de larga duración, medicación para soportar situaciones estresantes, carga de trabajo asfixiante, aplicación indiscriminada del régimen disciplinario, pérdida de derechos sustituidos por privilegios… una hoja de ruta perfectamente diseñada para culminar el plan de expolio de todo lo que antaño fue público.
Para los accionistas somos un activo más, algo con lo que se puede comerciar. Pero este jueves tenemos la oportunidad de hacerles llegar nuestra voz, la voz de los silenciados, la voz de quienes producimos la riqueza frente a estos especuladores que buscan llenarse los bolsillos a costa de nuestro trabajo y de nuestra salud.
Son razones más que suficientes para que el jueves 10 de abril a las 11 de la mañana nos acompañes a las delegadas y delegados de ASC en la concentración que haremos frente al Edificio Corporativo de Distrito T donde se encuentra el Salón de Actos. Las compañeras y compañeros de Telefónica en los países de América Latina también lo harán en los edificios más emblemáticos de la compañía. No podemos perder esta oportunidad para mostrar al mundo que la clase trabajadora en esta empresa todavía tiene dignidad.