Fecha: 04 de Junio de 2024
Tener controlada a la plantilla es fundamental para implementar todo tipo de medidas que vayan cercenando nuestros derechos laborales. No solo por el ahorro de costes laborales, también porque se necesita de una plantilla descontenta y sin ningún tipo de organización para continuar en su labor de destrucción de empleo, allanando el camino para un nuevo ERE. Para la patronal, la inversión de recursos en un Comité de Empresa que pudiera crear dificultades se antoja necesaria.
Los Comités de Empresa provinciales ya están controlados desde hace muchos años con la presencia de los agentes sociales CCOO y UGT que tienen el mandato de pelear durante los procesos electorales para copar los puestos elegibles. Terminadas las elecciones rinden pleitesía a quien les da de comer desactivando los órganos de representación de los trabajadores/as.
Hubo en sus momentos Comités Provinciales díscolos, como el de Madrid, con un sindicato que tenía la confianza de la mayoría de la plantilla llamado Alternativa Sindical de Trabajadores y que se empeñó en organizar a la plantilla. Era necesario descabezar el sindicato para que el Comité volviera al redil. Y tenían que ser los propios agentes sociales quienes lo hicieran, para disfrazar la represión sindical de pugna democrática.
El vodevil actual del Comité de Empresa de Madrid obedece a esta lógica. Procesos electorales que solo buscan conseguir subvenciones del estado y el máximo de representatividad en los Comités para después abandonarlos a su suerte. Y, casualmente, una vez finalizados los procesos de negociación de los convenios colectivos y de destrucción de empleo.
El pasado mes de marzo fue UGT quien protagonizó la “espantá” abandonando sus responsabilidades en la Presidencia y Secretaría, pero tenemos que recordar que en mayo de 2017 fue CCOO quien representó el mismo papelón. Desde entonces, dos Planes de Suspensión de Empleo y un Expediente de Regulación de Empleo con una plantilla harta, cansada, minusvalorada… y desorganizada. Objetivo cumplido para la empresa que vuelve a llamar a su lado a sus defensores para acariciarles el lomo, atentos para saltar ante cualquier intento de perturbar la tranquilidad en la casa del patrón.
La plantilla de Telefónica no podemos desdibujar la realidad y observar lo que está sucediendo en el Comité de Empresa de Madrid como si de algo anecdótico se tratara. Aquí nadie da puntada sin hilo y menos la dirección y sus socios que se juegan mucho en el plan diseñado para que esta empresa vaya diluyéndose y la actividad sea traspasada a las contratas donde unos y otros tienen sus intereses.
Los comités provinciales están en manos de la empresa y eso es lo que se pretende con el Comité de Madrid: dejarlo inoperante, más preocupado de sus cuitas internas que de los problemas de trabajadoras y trabajadores. En esa pelea interna se irá diluyendo y la empresa conseguirá neutralizarlo para seguir agrediendo a la plantilla con más destrucción de empleo y convenios más esclavizantes.
ASC somos un sindicato que participamos de los procesos electorales porque creemos en la fuerza de trabajadoras y trabajadores para seguir avanzando en derechos. Esa característica nos diferencia de los demás que solo pretenden estar en los Comités para controlarlos y, por consiguiente, controlar a la plantilla para que no se desboque. Y, de paso, derivar la negociación colectiva a Mesas donde solo tienen participación los socios firmantes, en detrimento de los órganos legítimos de representación de los trabajadores y trabajadoras, los Comités de Empresa.
Esa es la auténtica unanimidad de intereses entre empresas y agentes sociales. Por eso siempre hemos dicho que elegir para los Comités de Empresa a CCOO y UGT es dar entrada al largo brazo de la empresa en los órganos de representación de los trabajadores y trabajadoras. Hoy, en el Comité de Empresa de Madrid ese brazo se puede ver sin disimulos.
Cuando se desprecia a un Comité de Empresa, se está despreciando a todos los trabajadores y trabajadoras que representa, indistintamente de su condición de afiliado a un sindicato, a otro o a ninguno. Y desde ASC no nos vamos a callar, no vamos a permitir ningún tipo de agresión, ni participar con nuestro silencio u omisión de toda iniciativa que nos lleve a la pérdida de derechos y al desmantelamiento del máximo y legítimo órgano de representación de los trabajadores y trabajadoras