Fecha: 24 de Octubre de 2023
A quienes publicitan el PSI les faltó tiempo para convocar a la plantilla
Tiempo de asambleas
A los agentes sociales de Telefónica les han entrado las prisas para convocar asambleas en los centros de trabajo. No las asambleas promovidas por los Comités de Empresa sino asambleas propias donde poder anunciar la buena nueva para sus intereses: un nuevo plan de destrucción de empleo, llámese ERE o PSI.
El deprimente papel que a CCOO y UGT les ha reservado la dirección de la empresa por ser los socios minoritarios de Fonditel ya lo han jugado. Durante sus asambleas se limitaron a ser los voceros del patrón allanando el camino para un nuevo zarpazo a la empresa en la que trabajamos, peleándose por quién iba a ser el primero en el anuncio. Una carrera indigna por ver quién es el predilecto en los planes de destrucción de Telefónica.
La prensa controlada por la multinacional ha venido a ejercer un segundo papel que trata de edulcorar los planes de álvarez-Pallete. Hace falta mucho lavado de cerebro para hacer tragar ruedas de molino a la sociedad, que todavía recuerda el carácter público y el servicio universal a la que estaba comprometida Telefónica. Pero para eso se ha invertido tanto dinero en adquirir medios de comunicación y pagos por publicidad en el resto. Para esta prensa servil, los trabajadores y trabajadoras de esta empresa somos unos privilegiados/as y la “pobrecita” empresa una damnificada, a la par que benefactora, por la cantidad de dinero que tiene que soltar para tamaña operación.
Ya nos hemos enterado las trabajadoras y trabajadores que un nuevo PSI se está mascando en los despachos y que irá dirigido a deshacerse de ? de la plantilla. álvarez-Pallete, colocado de testaferro al frente de la operadora por la banca y los fondos buitre, vuelve a echar otra palada de tierra sobre la fosa en la que sepultó Telefónica, comparación que valdría si supiera lo que es una pala. Pero en este país es muy fácil ser empresario, y que le den los premios más laureados, si de lo que se trata es de deshacer lo que los profesionales hemos construido durante décadas. Esta nueva destrucción de empleo se suma a la posibilidad de venta de más de 100 edificios, de la fibra óptica o del cable submarino. Está claro que para quienes gestionan es para esos grandes inversores, que tanto gustan a UGT, y que requieren de beneficios rápidos.
Un PSI del que informarán próximamente a los agentes sociales (ya hasta les avergüenza llamarse sindicatos) y con los que ya cuenta con su beneplácito. El reparto de beneficios de Fonditel ya se huele y la empresa quiere garantizar la paz social, o así lo dice la propia prensa. No pasa nada si por el camino se quedan algunos de aquellos mínimos principios de universalidad, voluntariedad y todas esas patrañas que se inventaron en su momento para pasar por defensores de nuestros intereses.
Alternativa Sindical de Clase siempre ha dicho las cosas claras: cualquier política de destrucción de empleo es contraria a los intereses de los trabajadores y trabajadoras y a los de la sociedad en general. Telefónica tendría futuro para quienes se quieren quedar y para los trabajadores/as más jóvenes si el actual Consejo de Administración dimitiera de inmediato y la plantilla desenmascarara a quienes convenio tras convenio se han encargado de diezmar nuestras condiciones laborales.
EL CONTRATO DE RELEVO es la solución a la destrucción de empleo, a la supervivencia de la empresa, a la incorporación de la juventud y a una salida digna de quienes hemos dejado nuestro esfuerzo y conocimiento para que vengan otros a dilapidarlo. Un contrato que nos permitiría dejar la empresa antes de llegar a la edad legal de jubilación con el 100% de nuestro salario. Todo lo demás no son más que argucias que buscan llenarse los bolsillos propios.
Por eso, desde ASC os pedimos a trabajadores y trabajadoras que hagáis caso omiso de los cantos de sirena que escucharemos en las próximas semanas. El PSI por anunciar no será más que pérdida económica para nuestras familias, un futuro incierto para nuestra jubilación, precariedad para las y los trabajadores más jóvenes y el reparto de beneficios entre quienes pregonan que velan por nuestros intereses.
No nos resignemos a lo que pretenden relegarnos y luchemos por nuestro puesto de trabajo, por condiciones laborales dignas y por un futuro mejor para las nuevas generaciones.
¡LOS DERECHOS NO SE VENDEN, SE DEFIENDEN!
¡LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA!